Es curioso cómo el lenguaje puede ser tan claro a veces y la interpretación tan variada.
En ocasiones el empleo de las palabras, por sencillas que resulten, se ve inevitablemente sesgado por la interpretación subjetiva y otras circunstancias que rodean a los interlocutores.

Y si no, ¿como se explica lo siguiente?
Mañana de un día cualquiera en la UVI. Son las doce, hora de información médica y visita posterior de los familiares.
Esta vez la familia entra primero, sin haber hablado aún con el médico ( el órden varía según las necesidades del servicio ).
Según están pasando se me acercan y nos damos los buenos días. Ya me conocían del día anterior, pero estaban algo más nerviosos.
Me dicen:
-Hola, ¿qué tal?
-Bien, algo mejor que ayer, ahora les informará la doctora...
-Sí, ya lo sabemos, pero te pregunto a tí, que estás todo el tiempo con mi marido y además entiendo mejor lo que me cuentas...
-Ya sabes que yo no puedo daros detalles, eso le corresponde al doctor...Pero, ¿me estás diciendo que no entiendes lo que el médico te explica? - (si me tratan de tú yo hago lo mismo, sobre todo con gente jóven, parece que elimina barreras...)
Miro al otro familiar, que asiente con un tímido gesto.
A ver, ¿por qué no lo decís? Los médicos lo entenderán... además procuran no usar palabras técnicas...
- Sí, lo sabemos, pero es que nos dicen tantas cosas, así seguidas y en tan poco tiempo...que luego tardamos un rato en "procesar". Después nos surgen dudas y recordamos preguntas que queríamos hacer... pero ya es tarde, tiene que informar a los demás...Por eso luego tu nos lo traduces...
- Vamos, que lo que pasa es que os "aturulláis"...
- Sí, básicamente...

Comenté la conversación con quien les iba a informar ese día, me pareció más que curioso.

No percibimos y/o entendemos suficientemente bien el estrés que genera un sitio lleno de aparatos tubos y maquinaria a las personas que no están acostumbradas a verlo.

Puede volverte sordo y ciego, lo mismo que a ellos.



2 Responses
  1. Juana Says:

    Pues les sucede hasta a los médicos. Tengo un amigo médico, a su hija le diagnosticaron un cancer linfático, su mujer es psicóloga y mi amiga, me contaba que su marido no se enteraba, estaba en un estado de "aturdimiento" que le impedía razonar o entender nada.
    No me extraña. Todos somos necesarios, yo diría que imprescindibles, vosotras (las enfermeras) sois muchas veces más cercanas y es de agradecer.


  2. Berni Says:

    La negación de la realidad es un mecanismo de protección cuando ésta se vuelve demasiado "cruda" o dolorosa... es como ponerte una venda delante de los ojos. Con el tiempo unos consiguen quitársela. Otros no, incluso hacen doble nudo y la ciñen más. Al final los primeros pueden ver los osbtáculos del camino y llegar a salvarlos... los segundos se dán de bruces con ellos, repentínamente y sin anestesia...imagínate...uf! qué dolor...