"Chocolate"
Así es como definiría el color de sus ojos...

Había ingresado durante la madrugada de la noche anterior.
Los servicios de emergencia la encontraron tirada en la calle con bajo nivel de conciencia.

Se había tomado no se cuántas pastillas en un intento de acabar con todo y había comenzado a sufrir convulsiones. La estabilizaron y la trasladaron al hospital más cercano...


Cuando me dieron el parte me contaron brevemente la vida que había llevado esa desafortunada chica de 18 años a cuyos pies de la cama yo me encontraba. Iba a ser mi paciente durante esa mañana.
Luego leí con detenimiento parte de su engrosado historial clínico y según lo hice, pude tomar conciencia de la desoladora situación actual en la que se encontraba aquella muchacha.


Desde muy pequeña y por un ambiente familiar desestructurado y totalmente inapropiado, había estado viviendo con varios padres adoptivos. Deduzco por ello que su infancia no fue nada fácil y podría afirmar sin especular mucho que poco feliz.
Más tarde La Comunidad de Madrid se hizo cargo de su tutela.
Estuvo viviendo en centros de acogida y precisó varios ingresos en hospitales psiquiátricos ya que le diagnosticaron una enfermedad mental ( en su familia biológica los antecedentes eran amplios...).
Siendo una adolescente de tan solo 16 años, ya era madre de un bebé, alcohólica, politoxicómana y con una grave patología psiquiátrica.
Todo un "récord" en desgracia personal...

Ahora al haber cumplido la mayoría de edad, era "más difícil de controlar" y nadie se hacía cargo de ella.
A su hija la cuidaban otros padres adoptivos...


Durante la noche había sufrido varios episodios convulsivos, aunque estaba con medicación anticomicial en perfusión continua y en bolos puntuales...
La vigilancia neurológica me hizo estar pendiente de su nivel de conciencia y sus pupilas cada hora.
Me la encontré hecha un ovillo, en posición fetal y reacia a todo contacto externo.
Poco a poco fue despertando, según la iba estimulando y dos horas después de empezar el turno estaba sentada en la cama, recién aseada y dejándose " mimar ".
La auxiliar le intentaba peinar una melena negra y rizada muy enmarañada. La dí unas pinzitas que casualmente llevaba en el bolso y le pudo despejar la frente con dos graciosas coletitas que enfatizaron más su aspecto de niña.
Fue sintiéndose más cómoda a la vez que recuperaba un estado de conciencia más o menos aceptable.


Los psiquiatras decidieron hacerse cargo de ella, junto con los neurólogos, ya que su mejoría daba lugar a que saliera de la UCI a última hora del día, si no surgían complicaciones.


Cuando llegó mi relevo a las 14:45 la tomé de la mano para despedirme.
La deseé una pronta recuperación y la dije que debía cuidarse un poco más.
" Eres muy joven y la vida puede depararte cosas estupendas, aunque tú no lo creas.
Seguro que a ti te encantaría vivirlas junto con tu pequeña, que es lo más maravilloso que la vida te ha podido regalar...
cuídate tú mucho para que puedas luego cuidar de ella y disfrutar ... ya verás como merece la pena...".

Aquellos ojos inmensamente grandes color chocolate me miraron con lo que yo interpreté como agradecimiento, de hecho me dió las gracias por todo.
La hice prometerme que se dejaría llevar por sus especialistas y que haría un esfuerzo para ponerse bien y salir de todo aquello en lo que estaba inmersa y que la perjudicaba tanto ( el alcohol, las drogas...).


No sé si hice lo correcto o actué de forma paternalista, o mis palabras pudieron resultarle un tanto sermoneantes, aunque no lo creo.
De cualquier manera es bastante probable que no las tenga en cuenta y que las olvide pronto.


En este tipo de patologías, cuando se asocian hábitos tóxicos y el ambiente familiar no ofrece un fuerte apoyo, se cae en un círculo de sufrimiento y autodestrucción del que es muy difícil salir, aunque sea duro decirlo así.


Por eso mis palabras ahora me parecen un tanto desacertadas o fuera de lugar, porque lo de " un mundo maravilloso " es, sin duda, solo para algunos...



3 Responses
  1. Juana Says:

    Las familias, siempre las familias están detrás de todos lo dramas individuales. Doloroso, muy doloroso.


  2. Berni Says:

    La influencia del medio en el que uno se mueve ( sobre todo el familiar ) desde pequeño es indudable y puede determinar que seamos felices o desgraciados toda nuestra vida, dependiendo del daño o beneficio recibido desde la más tierna infancia.
    Este caso es un ejemplo claro.


  3. Berni Says:

    Comentando con los psiquiatras la situación de ésta paciente, uno de ellos me dijo "ésta chica es carne de cañón"...
    Su vida y su destino parece tristemente determinado. La labor de los profesionales es fundamental ahora. Creo que solo si alguno de ellos se implica personalmente y se empeña en conseguir un buen control terapéutico y adecuar los recursos sociales a las verdaderas necesidades de la paciente, solo así se conseguirá "la curación" y la integración definitiva de esta adolescente.