La comunicación no verbal es la parte más importante del lenguaje.
Incluso con más peso que lo que verbalizamos, que las propias palabras.
Al menos eso dicen los entendidos en la materia.



A la chica del vídeo la delata totalmente su lenguaje corporal, que en determinadas circunstancias parece estar totalmente dominado por la parte "más cachonda" del sistema nervioso autónomo.

Recuerdo bien la última vez que mi Simpático "me traicionó" a lo bestia.

Fue hace unos meses, en una clase teórica de RCP que tuve que dar a un grupo de médicos residentes.
En un principio iba muy tranquila, pero cuando abrí la puerta del aula y treinta cabezas se giraron al instante y clavaron sus miradas en mí, una especie de temblor fino comenzó a apoderarse paulatinamente de todo mi cuerpo.
El profesor que me presentó a la audiencia optó por marcharse unos minutos después de comenzar mi tiempo, para ver si así dejaba de carraspear, pensando que él era uno de los motivos de mi evidente nerviosismo.
Pero creo que "verme sola ante el peligro" sólo exacerbó mi inseguridad.

Sufrí una especie de crisis de ansiedad o pánico escénico lo que nunca me había pasado, al menos con semejante intensidad.
Me costaba respirar, no era capaz de meter aire en los pulmones y después expulsarlo, porque una opresión en el pecho me lo impedía.
La voz que me salía era ridícula, entrecortada y vibrante.
Mis manos gesticulaban de forma rápida, intentaba mantener la mirada al frente, en nada en concreto, pero me topaba con las caras poco estimulantes de los oyentes, lo que hacía más complicada la exposición.
Pensaba "lo estoy haciendo como el culo. No hay más que verlos, la cara de aburrimiento que tienen... no les interesa nada esto que estoy contando...
joder! vaya mierda... no sé por qué acepté esta clase, ni para qué me meto yo en estos berenjenales... tendría que haber dicho que no..."

Lo que se suponía que iba a ser una clase de una hora, yo la resumí a la mitad, y les dí un respiro a todos (y me lo dí a misma), antes de continuar.
Menos mal que me relajé bastante y después la parte práctica fue totalmente distinta, mucho más amena y distendida.
Hubo un grupo que mostró especial interés.
Creo que todos los miembros del mismo se tomaron la clase en serio y consiguieron actuar correctamente según los algoritmos vigentes, en los hipotéticos casos que les presenté.

El próximo 24 tengo que dar otra clase práctica de RCP en adultos y lactantes, así como el empleo de desfibriladores y el DEA, tan de moda en la actualidad.
Esta vez a compañeras enfermeras del hospital.
Espero tener controlado mi sistema nervioso autónomo y que mi lenguaje corporal transmita sólo paz y tranquilidad.
2 Responses
  1. Juana Says:

    Respira, respira, respira y no le des tantas vueltas, sal como si salieses a bailar, con ganas, con ánimo y ¡a comerse el mundo!.


  2. Berni Says:

    Vale, pero si respiro, respiro, respiro... comenzaré a hiperventilar y los resultados pueden ser desastrosos jajajjaja.
    En serio... haré unas cuantas respiraciones abdominales minutos antes del baile y saldré a la palestra con un aspecto apacible... que ni el mismísimo Yoda. :)