Tal que un día como hoy, solo que hace ya 43 años, nacía mi hermano mellizo y la que escribe estas palabras...
Lo de venir a este mundo acompañado por otro ser minúsculo y semejante a ti es algo mágico y singular y el hecho de compartir todo desde el principio de la vida, sin duda hace que la conexión fraternal sea más especial de "lo normal".
Mis pobres padres se llevaron una buena sorpresa cuando mi madre, tras un encontronazo fortuito con un perro de una vecina, debió tener un subidón de oxitocina y se puso de parto estando de poco más de seis meses. Y fue en semejantes circunstancias y a su llegada al hospital cuando les comunicaron "que traía dos", pues al parecer por aquellos años la ecografía no se realizaba hasta los siete meses de gestación...
Tras nacer eramos tan pequeños e inmaduros que necesitamos estar dos meses ingresados en la Unidad de Neonatología de La Paz, me imagino que pasando momentos delicados (mi madre nos contó que los médicos en un principio no pensaban que mi hermano fuera para adelante), pero después de este tiempo y gracias a los mimos y cuidados de su excepcional personal, cogimos el peso y la vitalidad suficiente como para poder estar en casa. Mis padres comenzaron entonces a vivir intensamente  la maravillosa experiencia de la paternidad... multiplicada por dos!!

Vaya "movidón" tuvo que ser... sin duda una fiesta constante de biberones, picos (que es como se llamaban los pañales de entonces) y vomitonas, porque según decían, yo particularmente  era muy dada a vomitar y en cantidad multiplicada por dos, casi todo lo que ingería. Eso de "echar el doble de lo que entra"es un extraño fenómeno que todos los que tenemos hijos hemos experimentado en mayor o menor medida...
Con ese dato ya podréis vaticinar sin riesgo a equivocaros  que el rollizo  y "requetetieso" de la foto es mi hermano y la canijilla que se encuentra a su lado soy yo.., jeje... qué monos éramos!...

Algún susto que otro volvimos a dar y aunque necesitamos  "empujoncillos" ocasionales y revisiones varias, la verdad es que nos criamos sin grandes problemas gracias a todo el amor y empeño de mis padres, sobre todo de mi madre, que se encargaba de nosotros sin descanso...(madre no hay más que una, desde luego; gracias mami!)

Hermanito, valga esta felicitación de mi parte y esta particular entrada para recordar todo el amor que te tengo y confirmar las dos palabras hace muchos me escribiste bajo el dibujo de un corazón, en el interior de una cajita que aun conservo y me emocionan siempre que las leo: SIEMPRE HERMANOS.



EL DIAMANTE

Cada uno de nosotros posee un destello divino del cual no todos sacamos el máximo provecho. Este destello se parece al diamante, el cual no puede brillar si está enterrado bajo la tierra. Pero en todos nosotros existe una luz como la del diamante. Solamente debemos procurar que brille este diamante, brille con su mejor talla.
Sabiduría jadísica.

(Preciosa reflexión que me han regalado esta mañana)


"Somos como diamantes tomando forma..."
Es la aventura de la vida... siéntela... :) :)




Berni
01/04/2016